Thursday, April 05, 2007

La Carta de Ottawa - Promocíón de la Salud

LA CARTA DE OTTAWA Y LA OMS
La Carta de Ottawa, elaborada en la I Conferencia Internacional de Promoción de la Salud en 1986, afirma que la Promoción de la salud consiste en proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma; a través de la promoción, las comunidades estarán en condiciones de ejercer un mayor control sobre los determinantes de la salud y de ese modo mejorar el nivel de salud. Los principios y estrategias propuestas en la Carta de Ottawa, enriquecidos con nuevos aportes de diferentes grupos, han servido de inspiración y se han convertido en la propuesta moderna de más aceptación sobre la promoción de la salud; de hecho, hay quienes dividen la historia de la salud pública en dos épocas, siendo Ottawa el parteaguas. Esta Carta propone cinco estrategias complementarias para involucrarse activamente en la Promoción, las cuales deben adaptarse, en conjunto con los programas, a las necesidades y posibilidades específicas de cada país y región. La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe a la Promoción de la Salud como «la acción social, educativa y política que incrementa la conciencia pública sobre la salud, promueve estilos de vida saludables y la acción comunitaria en favor de la salud; brinda oportunidades y poder a la gente para que ejerzan sus derechos y responsabilidades para la formación de ambientes, sistemas y políticas que sean favorables a su salud y su bienestar. Vista así, la promoción de la salud es un proceso de activación de las comunidades, dirigentes políticos, profesionales y población, en favor de políticas, sistemas y estilos de vida saludables, que se lleva a cabo por medio de la abogacía, empoderamiento de la población y construcción de un sistema de soporte social que le permita a la gente vivir sanamente».

Sunday, April 01, 2007

Biografia de Lao-Tse

Lao Tse fue un sabio legendario de la antigüedad China que fundó el taoísmo, una filosofía de vida. Se cree que nació hacia el año 600 antes de Nuestra Era en la aldea de Kiu-Yen, en el reino de Tchu. Cuenta la leyenda que su madre, virgen, lo llevó en su seno durante más de 80 años y que lo dio a luz bajo la axila izquierda, una vez que casualmente un rayo de sol se introdujo en su boca cuando descansaba a la sombra de un ciruelo. Así nació Lao Tse “El Viejo”, con los cabellos y las barbas blancos, el rostro arrugado y mostrando su sabiduría desde el principio: se puso a meditar en silencio.
Se cuenta que Lao Tse decidió irse al lugar más remoto y solitario para alejarse del mundo y no regresar más, pero antes de partir vertió su sabiduría en una obra compuesta de 81 máximas breves que se conoce como el Tao Te King, cuyo significado es “el libro de la virtud y del Tao”. Tao significa “el camino del hombre” pero también es un concepto filosófico complejo que abarca el cosmos y el mundo de los hombres. El Tao Te King propone una filosofía que intenta mostrar el camino de la virtud, armonía y felicidad para el ser humano. El Tao Te King es uno de los dos libros que preservan los principios del taoísmo, el otro libro es el Chuang-tzu, que es de la segunda mitadl del siglo IV a. de N.E.
El taoísmo fue una de las filosofías más importantes de la China antigüa, además del confucianismo y el budismo. El principio esencial del taoísmo es el “No-Hacer” (wu-wei), que no significa pasividad sino que propone evitar realizar acciones no naturales. Es decir, el taoísmo propone la espontaneidad, dejando que las cosas tomen su curso natural, que fluyan, sin forzar las acciones ni interferir en su desarrollo. Todo lo que sucede es parte del Tao y cada ser humano debe buscar el “Camino” en su interior. El taoísmo anhela la armonía entre los hombres y entre éstos y el Todo.
La meta del taoísmo es ajustarse a los modos de la naturaleza y la fusión con el Todo (Tao). Los taoístas pensaban que las reglas estrictas de disciplina, personales o gubernamentales, resultaban artificiales y tendían a deformar la naturaleza humana y a alejarlos del Tao. Por lo tanto, un rasgo del taoísmo es que tiene a ser antiautoriatario y antiestatal.
Para los taoístas el progreso científico y la cultura material son dañinos, por ejemplo, para quien recoge agua con sus manos, un cuenco fabricado por el hombre es algo antinatural. Los taoístas creían que el hombre debía volver a su estado primitivo y consagrarse a las fuerzas de la naturaleza. Asi pues, el verdadero taoísta se convierte en ermitaño.
Los taoístas de la época Han (202 a. de N. E. a 9 d. de N.E.) también prescribían varias prácticas para reforzar la esencia de la vida, como ejercicios gimnásticos semejantes al yoga, elíxires mágicos preparados por alquimistas, y reglas alimenticias, como el evitar comer cereales.
A fines del periodo Han, el taoísmo se propagó fuera de los círculos cortesanos y se convirtió en un culto popular revolucionario que recibió el nombre de taoísmo de turbante amarillo y prometía la inmortalidad de los hombres comunes. Los revolucionarios, guiados por los hermanos Chang, trataron de derrocar la dinastía Han y establecer un estado taoísta.
Un relato chino que expresa la profundidad del concepto Tao cuenta que un viejo maestro taoísta, después de muchos años de experiencia y trabajo interior, recibió la iluminación sobre las verdadera naturaleza del Tao. A punto de morir, varios discípulos que rodeaban su lecho lo interrogaron: “Maestro, te tenemos por el hombre más sabio y nos consta que has penetrado en el conocimiento del Tao. ¿Podrías decirnos en este momento qué es el Tao verdadero?”. El anciano abrió lentamente los ojos y, con una sonrisa en los labios, contestó: “El Tao verdadero es el Tao verdadero”. Al instante murió.
* Lao-Tse, es el nombre de uno de mis hijos.

Wednesday, November 01, 2006

Globalización y Salud

LA GLOBALIZACIÓN Y LA SALUD: Marco de Análisis y Acción.

La globalización es uno de los retos principales a los que se enfrentan los encargados de formular las políticas sanitarias y los profesionales de la salud pública. Aunque la literatura sobre la importancia de la globalización para la salud es cada vez más abundante), no se ha alcanzado un consenso ni sobre las vías y los mecanismos por los que la globalización afecta a la salud de las poblaciones ni sobre las respuestas de política apropiadas.

Este articulo sostiene tres tesis principales. En primer lugar, que la existencia de un marco analítico convenido es esencial para evaluar de manera fiable los efectos de la globalización sobre la salud, elaborar un programa de investigación y adoptar respuestas de política apropiadas. En segundo término, que los efectos indirectos de la globalización, mediados por la economía nacional y las economías domesticas, son importantes para la salud, al igual que los efectos más evidentes y directos sobre los riesgos sanitarios y los sistemas de salud. En tercer lugar, que sólo se podrán optimizar los efectos de la globalización cuando la mejora de la salud y el bienestar se conviertan en objetivos centrales de las políticas económicas nacionales y del diseño y administración del sistema económico internacional.

La globalización económica: una visión general

La globalización económica es la principal fuerza impulsora del proceso general de globalización registrado en los dos últimos decenios. Se ha caracterizado por un crecimiento exponencial del volumen de corrientes transfronterizas y por la modificación sustancial de su naturaleza. Estos cambios en las corrientes transfronterizas fueron consecuencia y estuvieron precedidos de una importante apertura de las economías, particularmente en los países en desarrollo, conseguida mediante la reducción de los obstáculos al comercio y la eliminación de los controles de capital y de las restricciones cambiarias. La apertura se produjo en gran medida en respuesta a los programas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y, en el caso del comercio, se ha consolidado gracias a los Acuerdos de la Ronda Uruguay del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), que establecieron la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La globalización y la salud: un marco conceptual

La intensificación de las corrientes transfronterizas estimula el desarrollo de normas e instituciones

globales, que promueven la apertura de las economías, que a su vez aumenta el volumen y el alcance de las corrientes transfronterizas. Diversos factores impulsan o dificultan la globalización: el desarrollo tecnológico, las influencias políticas, las presiones económicas, la evolución de las ideas y las crecientes preocupaciones sociales y ambientales. El estado de salud de la población y su distribución están determinados por factores poblacionales, por riesgos sanitarios individuales y por los sistemas asistenciales. A su vez, los dos últimos están muy influidos por la economía doméstica. Existen múltiples vínculos directos e indirectos entre la globalización y los determinantes básicos de la salud.

Este modelo destaca cinco vínculos decisivos entre la globalización y la salud; tres efectos directos y dos que se manifiestan por intermedio de la economía nacional. Los efectos directos incluyen por una parte las repercusiones sobre los sistemas y las políticas de salud que se dejan sentir directamente (p.ej., los efectos del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) de la OMC) y a través de los mercados internacionales (p. ej., el efecto que en los precios de los productos farmacéuticos tiene el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Acuerdo sobre los ADPIC) de la OMC), y por otra los efectos directos sobre otros factores sanitarios poblacionales (p. ej., la transmisión transfronteriza de enfermedades infecciosas y la comercialización del tabaco). La segunda categoría comprende los efectos operados a través de la economía nacional sobre el sector de la salud (como los efectos de la liberalización del comercio y las corrientes financieras sobre la disponibilidad de recursos para el gasto público en materia de salud, y sobre el costo de los insumos), y sobre los factores de riesgo poblacionales (particularmente, los efectos sobre la nutrición y las condiciones de vida resultantes del impacto sobre los ingresos familiares).

Un programa de acción

Aunque las recomendaciones concretas en materia de políticas dependen del resultado de la síntesis de los datos existentes y de la investigación que se realice para colmar las lagunas de nuestros conocimientos, se pueden señalar algunos requisitos generales para que la globalización influya de forma positiva en la salud de las poblaciones pobres, que se corresponden en términos generales con los vínculos del marco analítico.

En primer lugar, es esencial que los beneficios económicos de la globalización se extiendan a todos los países, y en especial a los países de bajos ingresos (el vinculo entre la globalización y la economía nacional). Ello supone que los cambios de las normas y los arreglos institucionales internacionales deben reflejar plenamente las necesidades de los países en desarrollo. Exige también que se eliminen los principales obstáculos al desarrollo en la economía internacional, entre ellos los problemas de la deuda de los países de bajos ingresos aún existentes, la debilidad e inestabilidad crónicas de los mercados de productos básicos, las restricciones al acceso a los mercados de los países desarrollados y la influencia de la volatilidad de las corrientes financieras internacionales en el desencadenamiento de las crisis financieras. Es necesario también aumentar la asistencia financiera y técnica, asignarla mejor y aumentar su calidad para crear las condiciones nacionales necesarias para una integración satisfactoria en la economía global, en particular una infraestructura adecuada y fiable, el desarrollo humano y la existencia de instituciones políticas y administrativas eficaces.

Para ello, el crecimiento económico debe ser sostenible y dirigirse conscientemente hacia los pobres, mediante la adopción de políticas económicas nacionales favorables a los pobres que estén mejor diseñadas y mediante una consideración más explicita de los efectos distributivos en las decisiones que se adopten a nivel global. Es necesario también que los recursos generados mediante un proceso de globalización más favorable a los países en desarrollo se utilicen para fortalecer los sistemas de salud, garantizar el acceso universal a intervenciones rentables y mejorar otros servicios esenciales para la salud, como la educación, el agua y el saneamiento, la protección del medio ambiente y los programas de nutrición y redes de seguridad sanitaria eficaces. Del mismo modo, cuando la globalización tiene consecuencias económicas negativas en un país (p. ej., debido a las perturbaciones causadas por cambios de los precios de exportación e importación o por las crisis financieras) es necesario reducir al mínimo los efectos sobre la salud. Para ello, las reducciones del gasto público no deben afectar al sector de la salud, se han de limitar las consecuencias adversas de un crecimiento bajo o negativo sobre los ingresos de los pobres y se debe aumentar la ayuda y mejorar el diseño de las políticas para conseguir esos objetivos. En tercer lugar, es preciso reducir los posibles efectos negativos de la globalización en factores sanitarios poblacionales (p. ej., en la comercialización del tabaco y la transmisión transfronteriza de enfermedades infecciosas). Para ello deben adoptarse medidas a nivel internacional—como un Convenio marco para la lucha antitabáquica eficaz — e iniciativas que garanticen que los gobiernos puedan conservar en el marco de los acuerdos internacionales la capacidad de adoptar medidas necesarias para proteger la salud pública. En cuarto lugar, al diseñar y aplicar las normas internacionales es preciso tomar plenamente en consideración sus posibles efectos sobre el sistema de atención sanitaria y los sectores relacionados con la salud. Ello implica la necesidad de evaluar exhaustivamente los efectos sanitarios de los acuerdos y medidas internacionales que pueden tener repercusiones importantes en sectores relacionados con la salud, ya sea directamente (p. ej., dificultando las políticas sectoriales o influyendo en ellas) o indirectamente (p. ej., a través de la disponibilidad de recursos y de los costos de los insumos) antes de aplicarlos.

Es importante controlar los efectos de la globalización en la salud y garantizar que los resultados de esa labor de control se incorporen de forma eficaz a los procesos de adopción de decisiones a nivel nacional e internacional. Ello incluye la identificación de las tendencias emergentes, esto es, de efectos de la globalización que no son evidentes de forma inmediata pero que si no se abordan con rapidez y eficacia pueden tener una repercusión importante sobre la salud en el futuro. Para ello hay que conocer mucho mejor la relación entre la globalización y la salud. A tal efecto, la OMS debe continuar siendo un proveedor independiente de conocimientos y datos para contribuir a que los dirigentes puedan hacer juicios bien fundados.

En última instancia, para que la globalización tenga efectos positivos sobre la salud es necesario modificar radicalmente el enfoque actual de los asuntos económicos, tanto en el plano nacional como en el internacional. A nivel nacional, las políticas se han de diseñar con la finalidad explícita de aumentar el bienestar de la población, en lugar de asumir que éste se conseguirá de forma automática mediante unas políticas orientadas al crecimiento económico, complementadas por otros elementos como las redes de seguridad y la protección del gasto en salud y educación. A nivel internacional, las normas generales, las actividades de las organizaciones intergubernamentales y la política exterior de los gobiernos de los principales países desarrollados han de orientarse a aumentar los incentivos y eliminar los obstáculos para que los gobiernos de los países en desarrollo puedan aplicar esas políticas. También es necesario prestar asistencia financiera y técnica a los gobiernos de los países en desarrollo para que puedan participar eficazmente en las negociaciones internacionales en las que se aborden cuestiones de interés general. Además, los procesos de globalización en curso deben administrarse de tal forma que limiten los efectos negativos sobre la salud y aumenten las oportunidades de mejorarla. A tal efecto se ha de elaborar y poner en práctica un programa de investigación orientado a los problemas y tendencias actuales en el ámbito nacional y a las futuras decisiones internacionales, de manera que puedan adoptarse decisiones bien fundadas.

Martín Kong Sandoval
Médico Cirujano
Mg. Epidemiología

Thursday, March 30, 2006

La Nueva Salud Pública

DESAFIOS Y CONCEPCIONES DE LA SALUD PUBLICA.

La Salud Pública se ha entendido de diferentes formas y no se pretende en este ensayo debatirlas en toda su amplitud, sino dejar sentada la posición de varios autores sobre el tema. Queremos sólo sustentar que, para este propósito, salud pública es, para decirlo con las palabras del salubrista latinoamericano doctor Gustavo Molina: "la ciencia y el arte de organizar y dirigir los esfuerzos colectivos para proteger, fomentar y reparar la salud. Pero en 1990, Milton Terris nos propuso una nueva definición de esta disciplina que establece: "La salud pública es la ciencia y el arte de prevenir las dolencias y las discapacidades, prolongar la vida y fomentar la salud y la eficiencia física y mental, mediante esfuerzos organizados de la comunidad para sanear el medio ambiente, controlar las enfermedades infecciosas y no infecciosas, así como las lesiones; educar al individuo en los principios de la higiene personal, organizar los servicios para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y para la rehabilitación, así como desarrollar la estructura social que le asegure a cada miembro de la comunidad un nivel de vida adecuado para el mantenimiento de la salud".
Pero a pesar de la aparente precisión de estas definiciones, el término Salud Pública está cargado de significados ambiguos. En su historia han sido particularmente prominentes cinco connotaciones. La primera equipara el adjetivo "pública" con la acción gubernamental, esto es, el sector público. El segundo significado es un tanto más amplio, pues incluye no sólo la participación del gobierno sino la de la comunidad organizada, es decir, el "público". El tercer uso identifica la Salud Pública con los llamados "servicios no personales de salud", es decir, aquéllos que se aplican al medio ambiente (por ejemplo, el saneamiento) o a la colectividad (por ejemplo, la educación masiva para la salud) y que por lo tanto no son apropiables por un individuo específico. El cuarto uso es una ampliación del tercero, en tanto se le añaden una serie de servicios personales de naturaleza preventiva dirigidos a grupos vulnerables (por ejemplo, los programas de atención materno infantil). Por último, a menudo se usa la expresión "problema de salud pública", sobre todo en el lenguaje no técnico, para referirse a padecimientos de alta frecuencia o peligrosidad dentro de una comunidad.
Se describe el surgimiento y la evolución histórica de las categorías: Medicina Clínica, Salud Pública, Medicina Social y otras. Se señala el interés de varios autores en precisar cuál de ellas debe ser integradora de las demás, prevaleciendo el criterio de señalar como tal a Salud Pública. Ella surge con el nombre de Higiene Pública y, a causa de la amplitud e importancia que progresivamente va tomando, se reconoce, ya en el siglo XIX, el término Salud Pública y desde la primera parte del presente siglo como Ciencia Social Integradora de múltiples disciplinas, cuya esencia es la salud de la población.
En octubre de 1991, en la ciudad de New Orleans, Louissiana, EUA, la OPS-OMS reunió un grupo de consulta, integrado por 11 expertos, con el fin de analizar la situación y las tendencias sobre la teoría y práctica de la Salud Pública. Analizaron además los problemas que enfrentan las Escuelas de Salud Pública, los sistemas o modelos de servicios, las condiciones de salud y además, actualizaron las ideas sobre la categoría de salud, acercándose a un consenso en cuanto a definiciones y aspectos conceptuales de la Salud Pública como ciencia abarcadora e integradora.
Llegar a una aproximación o a un acuerdo en nuestro medio, es importante desde los puntos de vista teórico-práctico y didáctico e, incluso, histórico, político y social. Por eso, en un momento donde para hablar de lo mismo, afloran o se multiplican conceptos que crean confusión, es necesario el análisis, al menos, para llegar a un consenso.
Características de la Salud Pública como ciencia:
Con el transcurso del tiempo todavía existe una gran confusión
La Salud Pública se considera hoy como una ciencia que cumple con los preceptos fundamentales de cualquier ciencia, a saber:
Objeto de Estudio: La salud de la población, la respuesta de la sociedad a los problemas de salud.
Sujetos de la Salud Pública: El ser humano en sus diferentes esferas.
Campos de la SP
Los campos de la ciencia Salud Pública están intervinculados dialécticamente y son: la investigación, docencia y práctica de la Salud Pública.

Investigación: Para la producción de nuevos conocimientos, tanto del estado de salud de la población y sus componentes, como de sus determinantes: el modo y los estilos de vida, el medio ambiente natural, los servicios de salud y los factores biogenéticos, así como de las respuestas de la sociedad a los problemas de salud.
Docencia: Para la reproducción y enseñanza de los nuevos conocimientos en todos los niveles, tanto en pregrado como en posgrado, manteniendo la educación continuada en el estudio de las disciplinas más importantes y puntuales que la integran. La educación o capacitación es una de las tareas más importantes. Al graduarse se le considera como un especialista o profesional de la Salud Pública y que tradicionalmente se ha denominado como salubrista o sanitarista.
Práctica: respuesta y acciones organizadas de la sociedad para dar solución a los problemas y necesidades de salud de los individuos y población. Necesidad de estudiar y aplicar las Reformas de los Sistemas y de nuevos modelos, y su perfeccionamiento. Las reformas son consideradas como procesos de cambios estructurales profundos en lo político, lo técnico y lo administrativo, para lograr a mediano o largo plazo, la cobertura de servicios de salud para la población y lograr: equidad, solidaridad, universalidad, integridad, participación, descentralización.11 Para la práctica, la Salud Pública es imprescindible en el cumplimiento de algunos componentes fundamentales, así para la práctica es importante tener en cuenta algunos componentes fundamentales:
La Salud Pública es una ciencia multidisciplinaria y de amplio alcance.
El enfoque de la atención es individual y colectivo, poblacional.
La salud y enfermedad se consideran como un proceso determinado por múltiples causas.
Incluye el ambiente físico, químico, biológico y el social.
Orientación integral: Prevención primaria, secundaria y terciaria; y primordialmente de la promoción y prevención de enfermedades.
A pesar de que la mayoría de los autores están de acuerdo con lo anteriormente apuntado, persisten inquietudes y existen otros científicos, por ejemplo, en Latinoamérica, que continúan profundizando sobre el tema. Por eso es necesario seguir indagando más sobre la Salud Pública y su aplicación a la mejoría de las grandes mayorías como en el Perú donde la mayor parte de la medicina es recuperativa.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
la crisis de la salud pùblica
Juan Giaconi Gandolfo. Los desafíos de la salud pública. Boletín de la Esc. De Medicina. P. Universidad Católica de Chile 1994.
Juán Cardona Osorio. La salud publica en período de crisis. Revista Cubana Medicina Integral, 1998.
Carlos Alvarez-Dardet. La salud pública, el estado y la medicina ¿amistades peligrosas?. Departamento de Salud Pública. Universidad de Alicante.
Juan Fernando Martínez Navarro. La epidemiología en el pensamiento científico. Rev. Sanitaria Higiene Pública, 1992.
Universidad nacional Mayor de San Marcos, Departamento Académico de medicina Preventiva y Salud Pública. Salud Comunitaria. Marzo 2000.